domingo, 28 de diciembre de 2014

INVENCIBLE (UNBROKEN)

"A medio camino entre `Carros de Fuego´ y `El puente sobre el río Kwai´ [...] Entretiene a la par que golpea el estómago con un martillo"








Año: 2014
Director: Angelina Jolie
Reparto: Jack O'Connell, Domhnall Gleeson, Garrett Hedlund, Jai Courtney, Takamasa Ishihara 'Miyavi', Alex Russell
País: EEUU
Duración: 135 min
Género: Drama
Puntuación: *** (Buena)







Sinopsis

Narra la historia real de Louis Zamperini, que tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando el bombardero que pilotaba se estrelló en el Pacífico, navegó a la deriva hasta que fue capturado por los japoneses.  [Filmaffinity]




Análisis

Una historia de las de antes. Clásica, emotiva y con un agónico suspense, resulta imposible no sufrir viendo el calvario que padece el protagonista. Los personajes son dignos de una epopeya con tintes épicos, y el duelo interpretativo que entre ellos surge es la mejor baza del segundo film que dirige Angelina Jolie. El guión, cuya elaboración contó con participación de los hermanos Coen, adapta la vida del atleta -militar, posteriormente- Louis Zamperini, centrándose en el cautiverio que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial.


Un arranque frenético nos sitúa directamente en medio del conflicto. Batalla aérea entre los B-29 y la aviación japonesa. Conocemos tanto a Louis como a la manera en que se comporta en una situación de crisis, así como a sus compañeros de armas. En adelante, la primera parte del film intercala pasajes de una misión durante la guerra con flasbacks hacia el pasado del protagonista. Un acierto el montaje, aporta sabor a la trama y así no carga en exceso con secuencias del conflicto, permitiendo mayor distensión. Aunque por desgracia, el ritmo termina por decaer. A ratos se estanca, da vueltas sobre sí mismo y quizá se recrea en exceso en el dolor, narrando algún pasaje en más tiempo del necesario.

Porque la cinta es dura, y además bastante. No hay reparo alguno en mostrar la violencia explícita. Pero por encima de todo, la película es una maravillosa historia de superación personal. Es un perfecto ejemplo de perdón, de poner la otra mejilla, de esperanza frente a la barbarie. La desfigurada cara de Louis es la de un hombre victorioso. Y junto a él, Miyavi se erige como un magnífico secundario. La otra cara de la moneda, un verdadero enemigo digno de novela. Un personaje digno de estudio. Podríamos decir que "Invencible" está a medio camino entre "Carros de Fuego" y "El puente sobre el río Kwai". Menos épica que la primera y más violenta que la segunda, pero igual de emocionante. 



Cabe resaltar que se echa en falta mayor atención a los pequeños detalles. Cierto que el tema principal es el esfuerzo de Louis por sobrevivir, pero hay momentos en que se muestran otros personajes, reacciones, recuerdos u objetos, y estos quedan un tanto difuminados, a medio perfilar. Pero como film de aventuras, cumple. Y a las mil maravillas. Entretiene a la par que golpea el estómago con un martillo. La ambientación histórica es muy aceptable, y no existen palabras para definir lo increíble de la vida Louis Zamperini. Su esfuerzo por mantenerse vivo anima al espectador a aprovechar el presente, y las reflexiones que plantea en torno al perdón y a Dios son sin duda buenas cartas para jugar en el futuro. 


jueves, 25 de diciembre de 2014

MR. TURNER

"Espléndida fotografía, la película se recrea en exponer planos de la naturaleza y de la obra de pintor […]. Pero si acude al cine buscando una historia, no la encontrará"







Año: 2014
Director: Mike Leigh
Reparto: Timothy Spall, Jamie Thomas King, Roger Ashton-Griffiths, Robert Portal, Lasco Atkins, John Warman
País: Reino Unido
Duración:  150 min
Género: Drama (Biopic)
Puntuación: ** (Regular)







Sinopsis



Biografía sobre el pintor británico, J.M.W Turner (1775-1851). Artista reconocido, ilustre miembro de la Royal Academy of Arts, vive con su padre y su fiel ama de llaves. Es amigo de aristócratas, visita burdeles y viaja frecuentemente en busca de inspiración. A pesar de su fama, también es víctima de las burlas del público y del sarcasmo de la sociedad. Profundamente afectado por la muerte de su padre, dcide aislarse. Su vida cambia cuando conoce a Mrs Booth, propietaria de una pensión familiar a orillas del mar. [FilmAfinnity]



Análisis

Una historia sin alma, vacía, que da tumbos durante dos horas y media para no conducir a ningún lugar. Mr. Tuner promete mucho más de lo que finalmente da, y no es que haya perdido el Norte, sino que nunca llegó a plantearse dónde estaba. Nuestro pintor deambula sin rumbo de un lado para otro, y el espectador no hace sino acompañarle en su estado de desorientación, a base de numerosos diálogos sin contenido que solo estancan la trama. El ritmo es monótono, falta chispa. La lentitud no es pecado cuando hay factores que rompen esa lentitud, cuando hay subidas y bajadas. Pero en este caso es una línea plana, insulsa.


Quizá como sus cuadros, la trama está construida a base de brochazos sueltos. Cada secuencia es una pincelada distinta, que nada tiene que ver con la anterior. No hay continuidad, ningún nexo de unión. Casi parecen “pequeños cuentos” de dos minutos que recrean el día a día del pintor, porque rara vez hay un porqué que indique el paso de una secuencia a otra. Además, es posible que el público británico conozca al dedillo la biografía del pintor, las fechas de cada cuadro y los motivos los impulsaron, pero en las salas españolas se echa en falta mayor contexto histórico, porque todo aquel que no estudie Historia del Arte se perderá la riqueza de la obra de Turner.

Una obra que da gusto contemplar, desde luego. La espléndida fotografía nos muestra paisajes maravillosos, atardeceres y escenas de mar y playa. Visitas al estudio del pintor, lienzos de grandes dimensiones y reproducciones en directo de cómo pinta un maestro. Para bien o para mal, la película se recrea en exponer planos de la naturaleza y de la obra de pintor. Y son dos horas y media de recreación. ¿Excesivo? Sin duda, lo poco que narra podría haberse resumido a la mitad.


Sí que aportan chicha a la historia los nuevos inventos de la época y las reflexiones sobre si estos desplazarán las técnicas artísticas o se podrán asimilar. Cabe resaltar también la gran caracterización de Timothy Spall como William Turner, único y destacado protagonista, arropado por unos secundarios que cumplen sin pena ni gloria. Si el espectador considera su tiempo valioso, acuda a una galería, compre manuales de Arte o incluso escriba William Turner en Wikipedia, pudiendo admirar la obra del pintor inglés a la perfección. Porque si acude al cine buscando una historia, no la encontrará.

lunes, 22 de diciembre de 2014

ST. VINCENT

"Murray realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera [...]. Una película entrañable, realista y esperanzadora, que relata la odisea interior que padecen unos fracasados"






Año: 2014
Director: Theodore Melfi
Reparto: Bill Murray, Melissa McCarthy, Naomi Watts, Jaeden Lieberher, Chris O'Dowd, Terrence Howard
País: EEUU
Duración:  105 min
Género: Comedia
Puntuación: *** (Buena)







Sinopsis


Maggie (Melissa McCarthy) es una madre separada que se muda a Brooklyn con su hijo de doce años, Oliver (Jaeden Lieberher). Al tener que trabajar muchas horas, no le queda más opción que dejar a Oliver al cargo de su nuevo vecino, Vincent (Bill Murray), un jubilado cascarrabias aficionado al alcohol y a las apuestas. [DeCine21]




Análisis

Un rayo de esperanza frente a las dificultades de la vida, todo un canto al optimismo. Los problemas, reveses y bofetadas están presentes en el día a día de unos personajes miserables, que a pesar de todo son capaces de gritar un ¡Sí! a la vida y dibujar una sonrisa en el espectador. El film es duro, y no se anda con contemplaciones a la hora de retratar la miseria, en especial la del interior del ser humano, a la vez que en un tono cordial desarrolla las más disparatadas situaciones de comedia.


St. Vincent es Bill Murray, y en torno a él giran todos los elementos del film. A él se acercan todos los personajes, y a través de él también se relacionan entre ellos. El veterano actor lleva el peso de la película realizando una de las mejores actuaciones de su carrera, interpretando a un viejo gruñón, fracasado y solitario. Chapó. Cínico, sarcástico y malhumorado. No necesita del resto de seres humanos, hasta que llama a su puerta el hijo enclenque de su nueva vecina. Un guión trabajado a las mil maravillas despliega sobre la pantalla personajes verosímiles y con quienes uno se puede sentir completamente identificado.

La relación que surgirá entre ambos marcará el desarrollo de una historia de superación y aprendizaje. Porque mucho tienen que aprender los dos, tanto el niño tímido que sufre acoso en el colegio como el gruñón que ha perdido la ilusión por vivir. La casa en donde vive es reflejo de su propio mundo interior: una valla rota, un jardín convertido en un patatal, sin fruto alguno, habitaciones desordenadas... Enseguida percibimos cómo es Vincent. El arranque de por sí es duro, y desarrolla con gran agilidad los primeros minutos del film.


Hay que decir que Murray está secundado por un reparto de categoría. Naomi Watts se luce como prostituta, el niño es encantador, y Melissa McCarthy imprime a la perfección el carácter de madre para sacar adelante una familia. Gran labor de dirección para ser la segunda obra de Theodore Melfi, quien no filmaba una película desde 1999. Para estas Navidades, eso sí, nos ofrece una película entrañable, realista y esperanzadora, que sirviéndose de un lenguaje divertido relata la odisea interior que padecen unos fracasados ante los problemas de esta vida. 


¿Qué es un santo?

Es necesario señalar el peligroso tono del film cuando el sacerdote del colegio define el término "santidad". Parece presentarse como la condición de grandes personas que presentan virtudes extraordinarias y realizan buenas obras por sus semejantes y por la sociedad. Pero no debemos olvidar que no siempre es suficiente el "ser una buena persona" para alcanzar la santidad, puesto que tampoco hay que descuidar el trato con Dios. El santo es un modelo propuesto por la Iglesia Católica, para que sirva como ejemplo por cómo vivió durante su relación con Dios y con los hombres. Y por tanto, erraría quien propusiese como santos a las personas que amen a sus semejantes sin cultivar su relación con Dios.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL HOBBIT 3: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS

"Del finito libro escrito por Tolkien, el director neozelandés se propuso extraer una batalla que pudiese durar dos horas y media. Y como tal, ha completado su objetivo [...]. Una batalla espectacular, repleta de emoción, nervios y dinamismo."








Año: 2014
Director: Peter Jackson
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Luke Evans, James Nesbitt, Aidan Turner, Evangeline Lilly, Ken Stott, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Cate Blanchett, Lee Pace, Orlando Bloom, Hugo Weaving, Billy Connolly, Christopher Lee, Stephen Fry
País: EEUU
Duración:  145 min
Género: Aventuras
Puntuación: **** (Muy buena)







Sinopsis


El dragón Smaug, dispuesto a asolar la Ciudad del Lago, no es el mayor de los problemas que amenazan a la Tierra Media, pues el enano Thorin Escudo de Roble está cegado por las riquezas que encierra la montaña de Erebor, y está dispuesto a defenderlas con las armas de elfos y hombres, antes que compartir con ellos lo que es justo. Un ejército de orcos y la amenaza en la sombra de Sauron abrirá los ojos a unos y otros, y no tendrá parte pequeña en el nuevo enfoque de la situación un mediano que solía vivir cómodo en un agujero, llamado Bilbo Bolsón. [DeCine21]




Análisis

En pocas ocasiones hallaremos un título que resuma a la perfección el contenido de la película, y es que la batalla de los cinco ejércitos es el eje fundamental de la 3ª y última entrega de El Hobbit. La película narra una batalla entre cinco ejércitos, y nada más. Orcos, enanos, elfos, humanos y águilas, fuego, piedras, espadas, arcos, hachas y magia. Gritos, sangre, muerte y destrucción. Todos estos términos son los que resumen los 150 minutos de película, que gracias a un ritmo frenético, a un montaje endiabladamente bueno y la complementariedad de los diferentes personajes no deja un solo momento de respiro.


El film no se anda con preparativos ni con prólogos; tiene prisa. El arranque nos muestra a Smaug escupiendo fuego sobre la Ciudad del Lago, y sus posteriores efectos sobre los humanos. A partir de allí, un par de pinceladas sobre la relación entre enanos y elfos, los maquiavélicos planes de los orcos y el brillante tesoro de la Montaña. Punto. El resto son llamadas al valor, gestos de lealtad, asedios a fortalezas, degüelles, flechazos y empujones de los fuertes. Hay lugar para la épica, es cierto, pero su papel es mínimo.

Debemos entender que no es El retorno del rey, y por tanto toda comparación carece de sentido. Si en la última entrega del Señor de los Anillos presenciábamos mayor cantidad de secuencias de diálogos, caminatas y “chicha” en el contenido, la batalla de los cinco ejércitos carece completamente de ello. ¿Es esto malo? Por supuesto que no. Peter Jackson no esconde sus cartas, y cumple a las mil maravillas con aquello que había prometido. Del finito libro del Hobbit escrito por Tolkien, el director neozelandés se propuso extraer una batalla que pudiese durar dos horas y media. Y como tal, ha completado su objetivo. Porque además supone un broche de oro para cerrar la saga. Todo queda atado y bien atado, y engancha a la perfección con el primer minuto de La Comunidad del Anillo. Una precuela digna, eso sin dudarlo.



Peter Jackson nos ofrece una batalla espectacular, repleta de emoción, nervios y dinamismo. Una batalla hecha a medida para el lucimiento de los actores, el virtuosismo de los efectos especiales y la armonía de la música. Casi podríamos enmarcar el film dentro del género bélico, porque de aventura poco tiene. De este modo, que nadie pida peras al olmo. El Hobbit 3 es esto, y no otra cosa. Quien espere encontrar conversaciones de taberna, nuevos mundos y paisajes o una charla filosófica de Gandalf, que cambie el chip, porque  no hay motivo para criticar la adaptación o las expectativas. La batalla no defrauda; si a uno le gustan las batallas, claro.

jueves, 11 de diciembre de 2014

MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA

"Woody Allen no arriesga, y entrega un producto encantador envuelto de magia, misterio y racionalismo, pero a base de una receta estándar que siempre funciona"







Año: 2014
Director: Woody Allen
Reparto: Colin FirthEmma Stone, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater
País: EEUU
Duración: 95 min
Género: Comedia romántica
Puntuación: *** (Buena)







Sinopsis


En la Francia de los años 20, durante la época dorada del jazz, un mago inglés, Stanley Crawford, (Colin Firth) está decidido a desenmascarar a una falsa médium, Sophie Baker (Emma Stone). Esto desencadenará una serie de hechos mágicos que sacudirán la vida de ambos. [Filmaffinity]



Análisis

Tierna, amable y delirante, a la vez que cínica y mordaz. Woody Allen enfrenta dos polos opuestos en una comedia romántica completamente clásica, cuyos personajes están en constante diálogo con el espectador. Como ya hiciese tres años antes con Midnight in Paris, el director neoyorquino sitúa la acción durante la época de la Bélle Epoque. Si el film anterior proponía una reflexión sobre el arte, en este caso la trama versa sobre el misterio y lo irracional. ¿Existen realidades superiores al hombre y no perceptibles por los sentidos? A esta pregunta tratará de responder nuestro protagonista durante la hora y media de metraje, y todo ello por culpa de conocer a la hermosa Sophie, quien se revela como médium y se gana a la vida poniendo a la gente en contacto con sus familiares fallecidos.


Desde el comienzo, el espectador se sitúa  en la posición de Stanley. Observamos la realidad a través de sus ojos, gracias a él conocemos a los distintos personajes y, como él, estamos en suspense por averiguar si verdaderamente Sophie es o no una médium. Y huelga decir que Stanley es el perfecto cínico de la sociedad moderna. Chulo, egocéntrico e infeliz. Desencantado, sin aspiraciones reales en la vida, sin miedo a esconder el vacío de su interior. La magia que crea en la primera secuencia se desvanece en cuanto entra en el camerino; ni él mismo se cree el arte de lo irracional. Pero entonces oye hablar de Sophie. Está ansioso por conocerla. Nosotros también. ¡Tanto oír hablar de la médium un minuto sí y otro también! De modo que ella ya se nos presenta así sin necesidad de aparecer todavía en pantalla. Hasta que aparece. Con un primer plano que interpela al espectador, mientras los rayos del sol de la Provenza francesa iluminan su rostro y nos deslumbran.

A partir de allí: chico conoce chica… y sucede lo que sucede. Un estilo clásico, sobrio y sin estridencias, sin parafernalia. La carcajada y el romanticismo están asegurados, desde luego, pero es lícito señalar que la historia daba para más. Woody Allen no arriesga, y entrega un producto encantador envuelto de magia, misterio y racionalismo, pero a base de una receta estándar que siempre funciona, porque siempre funcionará. Así, el desenlace puede resultar un tanto forzado y sacado de la chistera, fruto de los altibajos que acusa el film en los minutos finales.


En cuanto a la ambientación: sobresaliente. Los años 20 renacen en la gran pantalla a través de sus fiestas, bailes, coches y vestidos, respaldados por una soberbia calidad en la fotografía. Los distintos tonos de luz, las tormentas, el verde de la campiña, la costa azul… Racionalistas y románticos no dudan en contemplarlo. Por otro lado, deja cierto sabor amargo el escepticismo que rodea el film, en base a la pregunta que plantea. Da la sensación de que no ofrece ninguna respuesta clara, bien porque el director no la conoce, bien porque cree que nunca podremos responderla. No obstante, desde luego que vale la pena acompañar en su camino a nuestro protagonista. Quien no saque nada en claro acerca de si existen o no realidades espirituales, al menos podrá decir que ha visto a Colin Firth y Emma Stone a la luz de una noche estrellada. Saltan chispas.