lunes, 23 de septiembre de 2013

PRIMERA PLANA



 


Año: 1974
Director: Billy Wilder
Reparto: Jack Lemmon, Walter Matthau, Susan Sarandon, Vincent Gardenia
David Wayne, Charles Durning
Género: Comedia
País: Estados Unidos
Duración: 105 min.
Puntuación: 9/10 








Sinopsis
Chicago 1929. Ewan Williams, convicto del asesinato de un policía, espera en la cárcel el momento de su ejecución. Mientras tanto, en la sala de prensa del Tribunal Supremo, un grupo de periodistas espera el indulto o la confirmación de la sentencia. Hiddy Johnson, el cronista de sucesos del Chicago Examiner, que tendría que cubrir la información, está a punto de contraer matrimonio y abandonar su trabajo; pero Walter Burns, el maquiavélico director del periódico, empeñado en retenerlo, tratará de impedir su boda por todos los medios. (FILMAFFINITY)

Análisis
Inolvidable comedia de Billy Wilder, que constituye ya todo un clásico entre las risas cinematográficas. En uno de sus últimos trabajos, el director adapta una obra de Ben Hecht y Charles MacArthur, que ya había sido trasladada a la gran pantalla en dos ocasiones: “Un gran reportaje” (Lewis Milestone, 1931) y “Luna nueva” (Howard Haks, 1940). En esta ocasión, Wilder tampoco se queda corto.


El anuncio de los títulos iniciales nos introduce de lleno en el contexto periodístico: oficinas de redacción, papeles, máquinas de escribir, imprentas… que trabajan al son de una música amable, simpática. El mundo periodístico se nos muestra así con cierto lirismo, con encanto. Hasta que comienza la historia. Un arranque magnífico nos expone el no tan bucólico trabajo del periodista: un grupo de reporteros jugando al póker mientras esperan que un hombre sea ejecutado. Reporteros cínicos, falsos, groseros y escépticos. Periodistas entre los que destaca Jack Lemon, cuya presentación en el despacho de la redacción saliendo de entre las sombras es increíble. Un hombre sin escrúpulos, a la caza de la noticia, gobernando el periódico desde el teléfono de su mesa. Periodistas entre los que también destaca Walter Matthau, a quien vemos como un tipo salado, alegre y despreocupado; a quien pronto le llegarán las preocupaciones. Preocupaciones marcadas por la busca y captura de un prisionero. ¡Menudo dúo protagonista! ¡Qué dos grandes interpretaciones! Los dos son antagónicos, pero los dos se necesitan. Los dos se detestan, pero a la vez se aprecian, como demuestran los diálogos que recuerdan aventuras pasadas.

A lo largo de la trama, Billy Wilder retrata el mundo del periodismo de un modo mordaz, satírico y con colmillo. ¿Buscan la verdad aquellos reporteros? Vemos sensacionalismo, medias verdades, trucos, exageraciones… y hombres capaces de cualquier cosa por obtener la primera plana. Wilder compone una película de un solo acto. El guión se desarrolla en un solo día, en unas horas que se suceden, de modo continuo. Los cambios de secuencia son delicados, sutiles, tratados con suavidad. ¡Aquello ocurre en tiempo real, prácticamente!



El reportero Wilder
El director, de origen austriaco, trabajó como periodista antes de dedicarse al mundo del cine. Su primer empleo estuvo ligado al periódico austríaco Juranek, y más tarde trabajó como cronista en Berlín, a donde se mudó.
 
Cuando ejercía como periodista, Wilder intentó entrevistarse en su consulta con Freud, que al enterarse de su profesión, le echó a patadas de la consulta. Wilder se vengó parodiando en esta película a Freud, mediante el hilarante secundario Max J. Eggelhofer, psicoanalista que va a hablar con el reo.

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