lunes, 6 de enero de 2014

EL MÉDICO

Para quien desee trasladarse a la Edad Media, el entretenimiento está garantizado a base de aventuras. Sin embargo, se echa en falta una mayor construcción de los personajes.




Año: 2013
Director: Philipp Stölzl
Reparto: Tom Payne, Stellan Skarsgård, Olivier Martinez, Emma Rigby, Ben Kingsley, Michael Jibson, Elyas M'Barek, Makram Khoury, Dominique Moore, Fahri Yardim
País: Alemania
Duración: 150 min
Puntuación: *** (Buena)






Sinopsis 

Inglaterra, siglo XI. El pequeño Rob Cole es testigo de la muerte de su madre por el mal de vientre, y la consiguiente dispersión de sus hermanos, él acaba convirtiéndose en aprendiz del Barbero, un curandero ambulante que recorre el país ofreciendo remedios para las enfermedades algo elementales, ante la suspicacia de algunos clérigos que identifican sus prácticas con la brujería. Ya convertido en un apuesto joven, el deseo de curar enfermedades crece en Cole, alimentado también por un extraño don de premonición, sabe cuándo la muerte de alguien está próxima con solo tocarle. Y al saber de que en Persia existe una escuela de medicina, dirigida por el sabio Ibn Sina, emprende un largo viaje que servirá para afianzar su vocación de médico.
(DeCine21)


Análisis

Aventuras y diversión por los cuatro costados. Un fascinante viaje a la Edad Media, en donde unos asombrosos personajes se ven envueltos en una historia clásica, sencilla y trepidante. ¡He aquí la célebre época medieval! La de jóvenes caballeros, cándidas damiselas, príncipes tiránicos, tribus despiadadas, fanáticos religiosos, religiosos no fanáticos, embaucadores, prostitutas, timadores y… médicos. ¿Médicos? Sí, también había médicos. Generalmente denominados barberos. La cinta narra, en última instancia, la historia de un médico. Un tipo curioso. Además de extraer muelas, amputar dedos y tratar fracturas, también tiene tiempo para relacionarse con la corte, estudiar a Aristóteles e incluso enamorarse.

El guión, basado en la novela de Noah Gordon, está bien elaborado para que la acción no decaiga. Correctos golpes de efecto y giros argumentales, adecuados momentos de suspense y acertadas secuencias de diálogo. Sin embargo, le sobra metraje. Aunque no resulte cargante ni pesada, tal historia podría haberse resumido en menos tiempo. Quiere abarcar demasiado para lo que termina por contar. También se echa en falta una mayor construcción de los personajes. A pesar de que el conjunto funcione, algunos de ellos parecen arquetípicos y poco creíbles, y las relaciones entre ellos resultan frías y poco convincentes. Muchos de ellos apenas se nos describen con un par de pinceladas.


Eso sí, cabe destacar el importante papel (lógico) de la ciencia médica en la película. Las referencias a los clásicos, los tratamientos y operaciones, las creencias populares y el estatus social de todo médico suponen un gran esfuerzo de ambientación por parte del film, que en general ha salvado con éxito. Además, se revelan cuestiones que afectan a todo profesional de la salud: ¿se combate la enfermedad o se trata a la persona? ¿Se puede “dar por muerto” a alguien o se le debe asistir hasta el final?  

Cambiando de tercio, resulta incomprensible el posible afán del director por rodar “una película para mayores”. Una historia así de buena no necesitaba ciertos diálogos malsonantes ni tanto contenido sexual. Si el objetivo radicaba en que el film pareciese más realista, tan solo ha conseguido alejarse de los más jóvenes, cuando existía material para llegar a todas las edades. Quizá en manos de otro director se nos hubiese ofrecido una película sobresaliente, de mayor tinte épico, menor destape y personajes más logrados. No obstante, “El médico” es una buena película. Para quien desee trasladarse a la Edad Media, el entretenimiento está garantizado a base de aventuras. Porque sobra decir que como monografía histórica deja mucho que desear, desde luego.



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